© Dan Gidekel
Vamos a acordar como punto de partida, que no somos médicos, ni nutricionistas ni nada, y vamos a conversar un rato sobre dietas y alimentación solo a efectos de usarlo de ejemplo.
Luego de una vida con sobrepeso, la preocupación de mis padres primero, y la mía después, recorrí un largo camino de aprendizaje, médicos, sistemas y dietas.
Al margen de mi peso... lo que puedo afirmar es que no existen recetas mágicas, no existen pastillas milagrosas y no existen dietas ni lunares ni solares que resuelvan nuestros problemas.
Solo podremos dominar el tema y obtener los resultados deseados haciendo simplemente lo que debemos.
Eso que debemos, es precisamente todo lo que no queremos.
No queremos esforzarnos, no queremos el largo plazo, ni queremos los pequeños pasos...
No tomen esto como un agravio personal. así somos. Queremos todo fácil, rápido y ya!
La empresas que se crean, o se administran con la dieta de la sopa, ven "grandes" resultados en poco tiempo y luego... como cualquier dieta desbalanceada... termina por enfermarnos y (dios no lo permita) matarnos.
Podríamos analizar cualquier aspecto de un negocio, y en todos ellos funcionara el mismo axioma.
Si pretendes tomar una pastilla que arregle nuestros problemas... terminaremos con más problemas que con los que comenzamos.
Con tu peso igual.. con tu salud peor, con tu billetera dañada y tu ánimo por el piso.
A modo de ejemplo, podríamos tomar a los recursos humanos.
Mira que fácil es herrar ya desde el principio.
Les decimos “recursos” en lugar de personas no por casualidad, o moda, les decimos recursos humanos, porque los recursos son impersonales, son cosas... así como yo en mi vida pasada no me decía gordo sino de huesos grandes!
Las empresas gastan fortunas en consultoras de recursos humanos como personas con sobrepeso (no todas) gastan fortunas en pastillas para adelgazar
Las recetas mágicas en recurso humanos prometen hacer lo que el paciente no quiere, y como podrán imaginar, el resultado es inevitable
El paciente no sólo no ha bajado de peso sino que ha vuelto a fallar y ha destinado a sus recursos al mismo destino.
claro...
Tratar BIEN a una PERSONA es todo un trabajo, es un desafío constante y un esfuerzo más que interesante, es comer sano e ir a correr, en lugar de comernos un kilo de helado mirando una serie.
Es habitual buscar soluciones mágicas en premios, dinero, viajes o valoraciones de ese tipo, que si bien les "cuesta" a las empresas, termina siendo siempre más sencillo que mirar a los ojos a una persona, y valorar sinceramente su esfuerzo, destacar su entrega y compromiso, y sobre todo... ser honesto en nuestro sentir.
Luego de una vida de empleado, y muchos años de empresario, puedo asegurar sin miedo a equivocarme, que si bien los bienes materiales son importantes en nuestra vida, al final de cuentas nadie recordará una birome o un reloj, pero sí lo hará con aquellas personas que hayan tocado sus vidas y que hayan sido parte de su crecimiento y desarrollo humano.
Dejemos los recursos de lado... y volvamos a los humanos, no será sencillo el camino, pero seguramente el espejo nos devolverá una imagen mucho más linda.
Saludos!
Dan